Sucedio en Paris


La semana de la Alta Costura de Paris, tiene algo que la hace diferente a las demás semanas de la moda del mundo, no quiero hacer de menos a las grandes pasarelas como las de Milan, Londres o New York, ya que en cada una de ellas tiene su esencia que las hace especiales, pero cuando la semana de la moda llega a Paris se nota que esta en su casa. Muchos pensareis que todas las semanas de la moda son iguales, una herramienta de marketing en la cual el diseñador dispone de unos 20 minutos para  dar a conocer  el leitmotiv de su colección. Pero en Paris, como dice la periodista Susannh Frankel “Solo en Paris la moda logra que el corazón lata más rápido. Las colecciones de Reddy-to-wear nunca dejan de inspirar y emocionar a la audiencia.”
Dicho esto, ya os podéis imaginar lo especial que es la Semana de la Alta costura de Paris en la que, nunca mejor dicho, la creatividad esta al poder.
Este año, el pistoletazo de salida no ha podido caer en mejores manos que en la de la firma italiana Versace, bajo la linean Alterier Versace,  que volvían al calendario de la alta costura después de seis años de ausencia por la puerta grande. En estos momentos la firma italiana, capitaneada por Donattela Versace, goza de gran popularidad después de la colaboración que hizo con la firma sueca H&M en noviembre del 2011. 
Su vuelta a la pasarela parisina no a dejado indiferente a nadie,  aunque solo ha sido un grupo reducido de invitados, entre los que se encontraba las actrices Diane Kruger o Camreon Diaz,  los que ha podido disfrutar de los 15 diseños presentados en la mañana del lunes.
Las propuestas de la firma italiana se han centrado en colores ácidos -naranjas, limas y amarillos-  para los largos y fluidos vestidos. Por otra parte, otro de los coles protagonista a sido  el dorado, presentándolos en diseños tridimensionales de lo más sexys.
Dior fue otra de las grandes firmas que desfile el pasado lunes en las pasarelas de la Ciudad de la Luz. Aun sin nombrar ningún director creativo desde el despido a John Galiano, su mano derecha durante años, Bill Gaytten ha sido el encargado por segunda vez de saludar al final del desfile. En esta ocasión, la maison ha dado un golpe de autoridad volviendo a sus orígenes dejando a un lado la fantasía con la que nos tenía acostumbrad@s el gibraltareño. De este modo, la firma francesa ha vuelto a las siluetas del New Look, muy fifties, con cinturas estrechas y faldas de volumenes de lo más femeninas evocándonos a tiempos pasados.
Como he comentado anteriormente, la colección estaba basada en los origenes de la casa francesa, y como no podía ser de otro modo los colores utilizados son los colores fetiches de la maison: blanco-negro, nude, púrpura y el rojo pasión.
Mediante esta colección Gaytten quería conseguir que sus diseños fueran de lo más ponibles, así que objetivo cumplido.
Como dijo Inès de la Fressange a la salida de la presentación de Versace: “la alta costura es un placer para los sentidos. Solo algunos afortunados pueden poseer estas piezas, pero todos podemos disfrutar contemplándolas”. Y esto solo podia suceder en Paris.

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